Cómo aprendí a disfrutar más de hacer fotos
A lo largo de mis casi 20 años como fotógrafa comercial, perfeccioné la técnica y crecí en muchos aspectos de mi oficio. Sin embargo, había algo que se volvía cada vez más desafiante con el tiempo. En sesiones largas, al final del día, me encontraba exhausta y con dolores en todo el cuerpo. Me preguntaba: ¿cómo podía sentirme así solo por apretar un botón y componer algunas imágenes? Era un verdadero misterio.
Con toda la información de Técnica Alexander ya intuía que seguramente estaba haciendo algo con mi cuerpo-mente que me llevaba a ese cansancio extremo. ¿Quizás te pasa algo parecido después de un día en la computadora o tras cocinar un largo rato o después de alguna actividad de tu día a día?
El misterio comenzó a aclararse cuando empecé a tomar clases con Peter Nobes en Inglaterra (¡Peter viene a Uruguay en noviembre para dar talleres!). Trabajar con él me ayudó a notar que estaba entrando en una especie de “modo hacer fotos”. Me concentraba tanto en mi objetivo —la imagen que quería crear— que me desconectaba de todo lo demás. No pensaba, por ejemplo, en cómo estaba sosteniendo la cámara o en la tensión que se generaba en mi cuerpo. ¿Llevo la cámara al ojo o el ojo a la cámara? ¿Es necesario fruncir la cara para cerrar el ojo, o puedo hacerlo suavemente?
Mi atención se contraía y se iba a la visión de la imagen que quería hacer. El resto de la información desaparecía de mi campo de consciencia. No me daba cuenta de todo lo que estaba excluyendo: mi cuerpo, mi entorno, e incluso a veces increíblemente: ¡la persona que estaba fotografiando!
La Técnica Alexander me mostró que era posible liberarme del esfuerzo innecesario para estar erguida. Usar mi cuerpo de una nueva forma me permitió conservar la energía para no sentirme derrotada después de un día de fotos. Pero esto no es todo. Lo más revelador fue enterarme de que tenía elecciones sobre el uso de mi campo de consciencia. Fue impactante darme cuenta de lo desconectada que estaba a veces, perdida en mis pensamientos e ideas, y cómo eso influía en mi relación con el mundo y con la persona que estaba frente a mi cámara.
Peter llama a su enfoque "Mindfulness en 3D" y se trata de estar presentes, conscientes, en relación con nuestro entorno y con nuestro paisaje interno en todo momento. Y esa presencia nos abre a algo esencial: la posibilidad de elegir.
Ahora cuando hago fotos puedo hacer elecciones sobre mi atención, y también sobre las cualidades con las que quiero sintonizar. Puedo conectar más con mi curiosidad, mi parte exploradora, y menos con la parte crítica que está constantemente evaluando si estoy haciendo bien o mal las fotos. Descubrí muchas cosas viviendo esta pregunta ¿qué influencia tiene mi actitud o mi intención en el resultado final de mis imágenes?
Estos cuestionamientos me dieron espacio y me permitieron estar disponible y espontánea a la hora de crear. Hoy en día, después de una jornada de fotos, no percibo cansancio alguno. Pero lo importante es que estando en el aquí-y-ahora como propone Peter, disfruto del proceso y me siento más creativa y flexible al cumplir con los pedidos de mis clientes.
Si querés conocer a Peter y su propuesta en sus propias palabras, podés ver esta entrevista cortita que le hice y que tiene los subtítulos en español:
También traduje su libro: Mindfulness en 3D, Técnica Alexander para el siglo XXI al español y hay copias a la venta, escribí acá si querés una: hola.auta@gmail.com
¿Te interesa saber más sobre Peter o venir a uno de los talleres que va a dar en Uruguay? En este link está toda la información:
https://www.tecnicaalexanderuruguay.com/peternobes